CALDERAS DE GAS

En el artículo de esta semana de Lampísteria Barcelona M3, analizaremos las diferencias más importantes entre las calderas de gas.

Hoy en dia, nos encontramos básicamente tres sistemas de calderas de gas. Por una parte, las calderas de tipo atmosféricas, en otra parte, las calderas de tipo estancas y finalmente, las calderas de condensación. La principal diferencia entre estos dos sistemas es el método de obtención del oxígeno para su combustión.

CALDERAS ATMOSFÉRICAS

En el primer caso, las calderas atmosférico obtienen la cuantía de oxígeno necesario para la combustión del interior del hogar, es decir, en el lugar de la vivienda donde esté situado. Esto es un riesgo para los habitantes de la vivienda ya que esta consumiendo oxígeno de la estancia, y si la ventilación no es adecuada, puede resultar en asfixia. Si eso fuera poco, las calderas atmosféricas son, normalmente, muy poco eficientes: consumen mucho y calientan poco.

CALDERAS ESTANCAS

 En segundo lugar, las calderas de tipo estancas consiguen el oxígeno necesario desde el exterior por medio de dos tubos concéntricos que formas una pequeña chimenea. Uno para la entrada de aire para la combustión y un segundo tubo para la salida de los gases postcombustión, normalmente, un tubo va dentro del otro y visualmente solo se ve uno. También incorpora un extractor para ayudar a la entrada y salida de aire.

Desde que entró en vigencia la normativa RITE (Reglamento Instalaciones Térmicas en los Edificios) cualquier modificación realizada en una caldera debe cumplir con la normativa, por lo tanto, ya no se pueden instalar calderas de tipo atmosférica. Dentro de la variedad de calderas estancas, las que mejor se ajustan a la nueva normativa son las calderas de tipo de condensación.

 CALDERAS DE CONDENSACIÓN

 Las calderas de tipo condensación presentan una mejora significativa en su rendimiento respecto a una caldera de gas tradicional. Esta ultima su modo de funcionamiento se basa en el aprovechamiento del calor de condensación que es emitido por los humos de la combustión. Este sistema de caldera se beneficia del vapor producido junto a otros gases durante la combustión el cual es enfriado para volverlo líquido, es decir agua.

Las calderas de condensación funcionan de la siguiente forma: los gases de salida, provenientes de la combustión, contienen vapor de agua. Este vapor se condensa por debajo de los 60º aproximadamente, en este proceso se produce un calor que se puede extraer y utilizar para la calefacción del hogar. El gas natural dispone de un 11% de calor por condensación, más o menos.

Con una caldera de tipo atmosférica, una parte del calor es evacuada por los humos, este proceso implica una temperatura bastante elevada de todos los dispositivos de combustión del orden de unos 150ºC. La principal ventaja de una caldera de condensación es recuperar gran parte del calor latente, lo cual además de reducir en gran tamaño la temperatura de los gases postcombustión emitidos, unos 65ºC – 85ºC menos aproximadamente, ahorramos en consumo y en emisión de gases contaminantes.

En nuestro siguiente artículo, hablaremos de calderas eléctricas.

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